La pobreza no es un resultado automático de la “insatisfacción de necesidades básicas”, es un estado de insatisfacción que incluye también la inserción imperfecta, desventajosa, dependiente y precaria, en el tejido social, cultural, económico y urbano. Su rostro mas plausible son los barrios mas jóvenes de nuestras ciudades. Como reto a superar requiere que bajo nuestro proyecto de Nación, se articulen los nuevos sujetos de derecho público que son los consejos comunales, las instituciones, sectores socioeconómicos, colegios profesionales, profesionales con compromiso social, universidades, ONGs y los oportunos financiamientos públicos y privados, que puedan dinamizar la producción social del hábitat y vivienda.
Este proceso requiere permanentemente de diferentes tipos de asesoramiento y asistencia como lo son el acompañamiento social, bajo un enfoque participativo y que fortalezca las capacidades de decisión, gestión y control social del proceso; el asesoramiento técnico con el desarrollo de sistemas abiertos de diseño y producción progresiva de la vivienda y servicios urbanos, que faciliten la construcción y autoconstrucción mixta, así como también el desarrollo de tecnologías adecuadas y sistemas alternativos de introducción y operación participativa de servicios básicos.
Por otra parte también es necesaria una asesoría de tipo financiera, contable y legal para el desarrollo de esquemas que permitan el control y uso oportuno de los recursos que disponen, en la formulación de contratos y en la suscripción de créditos y otras obligaciones, apoyo en la resolución de conflictos, revisión jurídica de los reglamentos internos y otros instrumentos que regulen las relaciones entre los constructores populares y sus profesionales.
Publicado en el Diario Panorama el 24 de septiembre del 2008
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